Fútbol Masculino

Cero en Avellaneda

Viernes 26 de Julio de 2019
Fue empate el debut de Racing en la Superliga: 0 a 0 con Unión en un Cilindro que se quedó con ganas de cantar victoria. A la Academia le faltó claridad para abrir el torneo con un triunfo.
Cero en Avellaneda
Por lo general, cuando no se tiene una gran actuación, es necesario aprovechar al máximo las oportunidades que el partido presenta para poder ganar. Y Racing, que no pudo enhebrar un rendimiento como los que le permitieron consagrarse hace no tanto, volvió a fallar delante del arco contrario y debió conformarse con un punto que, lógicamente, no dejó la mejor sensación. Fue 0 a 0 ante Unión, en un Cilindro que había esperado con ansiedad la primera función del campeón en la Superliga. 

Una escena que se puede explicar a partir de algunas claves. El equipo de Coudet se aferró a una idea generosa, esa que lo llevó al título la temporada pasada, pero careció de la chispa necesaria para quebrar la muralla visitante. La circulación convencida caminó por momentos al ritmo de una cadencia monótona que impidió la sorpresa y la mayoría de los ataques terminaron en centros que la zaga santafesina resolvió sin tantos inconvenientes. Madelón armó una telaraña para obstaculizar los pases interiores y Zaracho, fundamental en esta propuesta, no encontró cómo volverse eje. La mejor fue un remate cruzado de Cristaldo que se fue cerca del segundo palo. Hubo algunos envíos más que generaron ciertas zozobras pero que no ofrecieron el oasis del gol. Del otro lado, el palo salvó a Arias luego de una maniobra detenida. Fue la única de Unión antes del descanso pero alcanzó para que se paralizaran los corazones.

¿Y después? Más de lo mismo. La pelota y el campo fueron de la Academia, que avanzó sabiendo que le cabía toda la responsabilidad de la noche. Tan cierto es que faltaba imaginación como que sobraba tenacidad para no aflojar. Sigali apareció cada vez que hubo que zanjar acciones complicadas y el técnico movió el banco para encontrar la frescura que el once inicial no venía ofreciendo. González y Montoya ingresaron por Pillud y por Rojas, Solari pasó al lateral y el equipo empujó con más vitalidad. Como los tiempos apretaban, Cvitanich pisó el césped por Díaz en una última apuesta por quedarse con los tres puntos. Y Racing revolvió el placard para tratar de sacar el recurso que lo hiciera sonreír. La del final podría haber arrancado una sonrisa pero la definición de Cvitanich se estrelló en el cuerpo de Sebastián Moyano. No hubo caso.

Ruta larga para recorrer, las buenas sensaciones habrá que generarlas alrededor de la pelota, que es el modo en el que Racing supo construir el mejor Racing.
 

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