Habrá que seguir peleando, con el compromiso y esfuerzo que corresponde, para que en las dos últimas fechas la cosecha de puntos permita acceder a los cuartos de final de la Copa de la Liga y a puestos de torneos sudamericanos. Esta vez, ante Central Córdoba, esos dos asuntos daban la impresión de estar encaminados. Pero otra grieta en defensa, en el último suspiro, obligó a dividir puntos. El ermpate en uno prolonga la incertidumbre...

En la primera parte Racing intentó darles continuidad a los buenos momentos, esos de circulación fluida y en diferentes direcciones, pero sin abuso de la cadencia, expuestos en la fecha anterior frente a Defensa y Justicia. La diferencia respecto de esa ocasión fue que Central Córdoba, si bien quiso llevar su propuesta más allá de la mitad de cancha, en general reforzó la custodia de su zona. Y eso representó complicaciones para la progresión ofensiva, porque a la cadena de pases le faltó rompimiento en los metros cercanos al arco de Mansilla. De hecho, apenas un avance profundo de Rojas fue la única ocasión nítida pese al patrimonio del balón.

Racing aumentó la presión en la segunda parte, sin la precisión necesaria pero con la determinación permanente para buscar los tres puntos. Estuvo cerca con el golazo de Martínez, con pisada y remate de zurda. No había mayores inquietudes, más allá de la pelota que Arias había tapado ante del 1-0. y parecía todo controlado... hasta que un avance por derecha derivó en un rebote que le cayó a Jourdan para un centro que Sanabria convirtió en el instante final.

Foto: Paola Lara.