A veces, para sonreír hay que saber sufrir. Y Racing, que no venía pasándola bien en las últimas jornadas, cumplió con todas las lecciones del sudor el viernes por la noche y venció a Estudiantil Porteño por 95 a 83 en un agónico suplementario. En el Polideportivo Jorge Camba, la Academia sacó a relucir su amor propio cuando más falta hacía y resolvió un pleito vital para no quedar relegada en la tabla de posiciones. Así, disputadas ya 18 fechas del  Torneo Federal, el equipo de Germán Intonio marcha en el séptimo lugar con nuevo triunfos y nueve derrotas.

A todo trapo fue el arranque del conjunto local. Gonzalo Álvarez marcó la tónica del ataque desde el comienzo y se transformó enseguida en el goleador del encuentro –terminó con 29 tantos-. Contundente en ataque, sólido en defensa, Racing apabulló en el primer cuarto a la visita y sacó una ventaja de 18 a 8. Con algunos déficits a la hora de la rotación, Estudiantil Porteño amagó con arrimarse pero no lo pudo hacer hasta el descanso porque Martín Zekas se imponía en la zona pintada y Maximiliano Bertolino manejaba los tiempos del duelo. Al descanso, la Academia llegó con una diferencia de 44 a 30 y todo parecía indicar que reinaba la calma.

Pero el básquet es cambiante y tan solo un par de minutos bastaron para sembrar la incertidumbre en Avellaneda. Los niveles de intensidad en el juego disminuyeron y el conjunto de Ramos Mejía subió las líneas para acortar la distancia. Ya sin tanto aplomo debajo de los aros, el dueño de casa empezó a padecer el cansancio y llegó al último parcial 63 a 53 arriba. Quedaba margen para cualquier cosa y lo fundamental era no permitir que la visita presionara. 
Pero los muchachos de Juan González fueron. Y fueron. Y fueron. Y la Academia no encontró respuestas y se fue topando con un problema detrás del otro. Julián Aguirre, Mariano Franco y Zekas debieron salir por acumulación de faltas. Tampoco estaba Iván Antoniuk, con un desgarro. Y, como si fuera poco, Estudiantil Porteño golpeó de la mano de Luciano Canzutti y quedó tres puntos arriba. Con lo justo, con los pibes en la cancha, llegó el empate en 76 para forzar el suplementario. 

Por algo los capitanes son capitanes. Por algo Bertolino es el conductor del plantel dentro y fuera de la cancha. Y por algo fue la figura descollante de esos cinco minutos para el infarto. Acompañado de Manuel Rioyo, de Ignacio García, de Gonzalo Castaño y de Álvarez, bajó rebotes y metió puntos y ofreció asistencias y manejó la bola a su antojo para que la Academia recuperara la sonrisa. Hacía falta para no perder pisada en el pelotón del medio. Era necesaria para volver a creer que se puede.

Síntesis:

Racing Club (95): Zekas (19), Castaño (9), Álvarez (29), Franco (11), Bertolino (11), Aguirre (10), García (5), Da Silva Értola (0), Rioyo (1). DT: G. Intonio.

Estudiantil Porteño (83): Canzutti (19), Crespo (14), Spagnuolo (8), Cassetai (9), Alonso (4), Siniuk (2), Belloni (8), Del Peral (15), Sánchez (4). DT: J. González.

Parciales: (18-8); (26-22); (19-23); (13-23); (19-7).

Estadio: Polideportivo Jorge Camba.

Público: 100 personas.

Fotos: Paola Lara.