Fue un partido en el que, si bien el score de ellos estuvo por encima de los 80 puntos, nuestro principal problema estuvo en el ataque. Nunca le encontramos solución a la defensa que nos plantearon y eso nos sumergió en la frustración. La consecuencia fue que Unión Vecinal aprovechó los tiros cómodos que le dejamos y ganó confianza. Sin embargo, por fuera de eso, el desarrollo fue parejo y, durante gran parte de la noche, competimos de igual a igual.

Nosotros ratificamos dos tendencias que venimos mostrando a lo largo del torneo: una es que nos cuesta ganar de visitantes; y la otra, las reiteradas ausencias que nos impiden llegar con normalidad al partido. En este caso, Mariano Franco no jugó y varios de los chicos llegaron con lo justo. 

El primer cuarto fue parejo, incluso tuvo una intensidad demasiado alta para lo que queremos plantear. En el segundo, pese a que ellos encontraron gran acierto en los tiros de tres, logramos quedar solamente ocho puntos abajo. Trabajamos fuerte en el segundo tiempo y descontamos la diferencia. No haber estado finos para liquidar y cometer errores infantiles hizo que el esfuerzo fuera en vano. Si nos toca enfrentar a Unión Vecinal en el playoff, tendremos que bajarle la efectividad en triples. 

Apostamos a llegar en la mejor forma a la etapa definitoria. La venimos buscando desde el arranque de la temporada pero todavía no la encontramos. Nos queda una fecha de la fase regular que, desde los números, no nos cambia nada: sí o sí acabaremos en el séptimo lugar. Dijimos antes de empezar que aspirábamos a estar entre el cuarto y el octavo puesto y estamos ahí. 

Veremos cómo dosificamos el esfuerzo de los jugadores ante Huracán de San Justo porque, más allá de que trataremos de ganar, el objetivo es que el plantel esté en óptima condición para lo que se viene.