No pudo ser, no hubo caso. Se buscó por un lado, se intentó por el otro y se quiso revertir la historia de todas las maneras posibles. Sin embargo, por desconcentraciones propias y por ausencia de fortuna, Racing no logró derrotar a Boca y, por ende, se despidió de la pelea por el título. Como visitante, en el Microestadio Benito Quinquela Martín, el equipo de Diego Baliña le jugó de igual a igual a otro de los aspirantes a la gloria pero perdió por 2 a 1 y debió marcharse con las manos vacías.

De entrada, Diego Baliña paró a Jésica Araya, a Sol Domínguez, a Enriqueta Tato, a Agostina Chiesa y a Natalí Carapezza. Luego, ingresaron Antonella D’Andrea, Antonella Perdomo, Banina García Cueva y Victoria Zappino. Quedaron en el banco. Yamila García, Belén Méndez y Sofía Lauro. En la etapa inicial, el conjunto local supo aprovechar mejor las oportunidades y, ante un rival que no presionó como debía, se fue al descanso 2 a 0 arriba. Los goles llegaron por  un rebote tras un tiro libre y por un puntazo desde lejos.

La actitud de la Academia varió para el complemento y, de a poco, las chicas de celeste y blanco fueron acumulando méritos como para merecer más. Perdomo descontó y la hazaña quedó cerca. Racing produjo cantidad y calidad de situaciones pero falló a la hora de definir y, como si fuera poco, padeció un flojo arbitraje que no sancionó con rigurosidad el juego brusco del anfitrión. 

Con el objetivo de terminar lo más arriba posible, restará esperar la programación de la última jornada. Será el turno de medirse ante Kimberley para intentar cerrar el año con una sonrisa.