Siempre, en todos los ámbitos de la vida, sirve preguntarse para qué se hacen las cosas. Y en el fútbol, juego y pasión a la vez, no hay excepción. Cuando determinadas lógicas se imponen como verdades indiscutidas, no está de más parar la pelota y poner sobre la mesa cuáles son los fundamentos sobre los que se apoya el trabajo cotidiano. Después de una temporada en la que la Reserva realizó una gran campaña y recibió muchos elogios por haber peleado el campeonato hasta el final, Jorge Cordon aceptó la charla con racingclub.com.ar para contar algunos detalles de cómo construyó al conjunto académico que cosechó 67 puntos en 38 partidos. Pero, atado a eso, el técnico que llegó al club en 2012 de la mano de Fabio Radaelli se hizo tiempo para reflexionar sobre los objetivos principales que se esconden detrás de los resultados circunstanciales.  

En la confitería del Predio Tita Mattiussi, su lugar habitual de ensayo y de error, el entrenador recibió a racingclub.com.ar para una entrevista en la que el juego ocupó el centro de la escena. Con ganas de seguir aprendiendo, con voluntad de continuar enseñando, las perspectivas para que aparezcan nuevos y nuevos talentos en Primera -diez jugadores debutaron en los últimos dos torneos- están lejos de cerrarse. 

-Está fuera de discusión que la Reserva tuvo un gran rendimiento a lo largo de toda la temporada. ¿Pero qué razones le encontrás vos a semejante campaña?

-Creo que hay muchos chicos en Reserva, como por ejemplo Hauche, Melillo o Castro, que han llegado a un nivel de maduración alto y que tuvieron un desempeño vital en cuanto al desarrollo y a la suma de puntos de la categoría. Quizás, hace dos años, ya jugaban en Reserva pero no tenían encima la cantidad de entrenamientos y de partidos que hoy sí tienen. Y eso los hizo crecer un montón. Pero, además, atribuyo el rendimiento general, y esto para mí es clave, a cómo se ha dado la combinación con los chicos que empezaron ahora a jugar en Reserva. Los más grandes los apoyaron, asumieron la función que les correspondía, y eso les dio confianza a todos.  

-Debe ser difícil lograr regularidad en las actuaciones de cualquier equipo cuando varían tanto los jugadores con los que se cuenta. ¿Cómo se hace para equilibrar eso?

-Pese a que es difícil jugar siempre igual cuando cambian mucho los nombres, nuestra idea fue intentar jugar parecido a la Primera para que los chicos estuvieran preparados por si les tocaba subir. En general, mantuvimos el esquema y la base de juego para que a los que les tocara entrar pudieran cumplir con la misma función sin problemas. No es fácil, entonces, encontrar una regularidad porque un día bajan cuatro jugadores; al otro, bajan ocho; y, al otro, ninguno. Por momentos, igual la logramos tener. Yo sabía que me iba a encontrar con estos problemas pero la intención es disimularlos. El objetivo en todos los casos es darles herramientas a los chicos para que puedan jugar en Primera. 

-Por fuera de acomodarse a las necesidades de la Primera, ¿qué idea de juego trataste de inculcarle al equipo?

-Yo sabía que iba a contar con jugadores de buena técnica, porque los hay en Divisiones Inferiores y también en el plantel profesional.  Mi idea era poder juntar a esos jugadores con habilidad y con buen pase para que se sintieran cómodos dentro de la estructura, para poder aprovecharlos. Lo que buscamos es poder manejar la pelota y jugar en el campo rival. Siempre tratamos de desarrollar una presión bien alta para recuperar en campo contrario. Así, logramos tener a los jugadores que son importantes en los últimos metros, que es donde más gravitan.  

-La Reserva suele ser el nexo entre el fútbol profesional y el fútbol amateur. ¿Cómo se hace para coordinar esa función atendiendo a todos los intereses? 

-Son unas cuantas cosas que tratamos de manejar lo mejor posible. Pero la idea es que todas las categorías manejen el mismo discurso. Entonces, cuando llegan a Reserva o a Primera, no se les pide nada diferente a lo que hicieron con otros entrenadores. Están acostumbrados y, cuando yo los inserto en la Reserva, los chicos ya saben más o menos cuál es la idea de juego. No les cambio totalmente lo que venían haciendo en Octava, en Séptima o en su categoría. Esa es una de las bases. Por supuesto que, a veces, contar con jugadores profesionales que se entrenan de una manera y jugadores amateurs que lo hacen de otra, complica porque no se logra un grupo homogéneo. Pero ahí está la capacidad de uno para amoldar eso. Con una columna vertebral importante y chicos que se adaptaron bien, pudimos lograr resultados. 

-Mucho se habla de proyectos en el fútbol argentino. Por lo que vos contás, en Racing ustedes trabajan con una línea clara de juego. ¿Cuál es la importancia de tener definidas cuestiones de fondo a la hora de formar futbolistas? 

-Creo que la mayoría de los clubes tienen un proyecto. El problema es que en este país se está muy pendiente de los resultados y que los resultados son, a veces, enemigos de los proyectos. Nosotros buscamos ganar siempre. Eso no se discute. Sin embargo, lo principal es que los chicos progresen. Entonces, a veces nosotros elegimos desproteger a ciertas categorías para que jugadores importantes sumen experiencia y minutos en Reserva. El costo de darles el rodaje que necesitan es que se pueden perder partidos. Pero eso es, por esto que explico, poco importante en este contexto. El tema es tener claro para qué se está: nosotros creemos que estamos para nutrir a la Primera de jugadores. 

-Desde tu lugar, ¿cómo pensás que se puede hacer para convencer de que en el fútbol hay más cosas que el resultado? 

-No quiero que se confunda: nosotros siempre vamos a ganar. Pero muchas veces hay que ver el contexto. Porque yo, por ejemplo, me pongo a ver un partido de Quinta y analizo, por fuera de las camisetas, qué jugadores creo que pueden llegar a Primera División. Y seguro que el que elijo es un jugador de Racing. Y ahí está la cuestión: ¿para qué estamos trabajando? ¿Para salir campeón en Quinta o para sacar jugadores como De Paul o como Centurión? La función nuestra es que aparezcan más jugadores como De Paul, como Centurión. Entonces buscamos hacerlos jugar en categorías más grandes o en Reserva. Si nosotros pusiéramos a los que están en Reserva en sus categorías, probablemente pelearíamos el campeonato. Pero eso no sirve porque hay que formar jugadores para Primera. Nosotros lo tenemos bien claro pero, por supuesto, cuando perdés te caen encima las críticas. Estamos tranquilos porque el trabajo que hacemos es otro. 

-¿Y qué se responde ante las derrotas que, lógicamente, pueden ocurrir?

-Cuando perdés, todo esto suena a excusa pero no es así. Sabemos para qué estamos. Obvio que, si estoy peleando el campeonato, quiero salir campeón. Pero en el camino tenés que hacer otra cosa: me importa armar un funcionamiento colectivo, que los chicos se desarrollen, que tengan herramientas. Cuando sólo importa ganar, se confunde el mensaje y no creemos en que hay que ganar a cualquier precio. Buscamos formar jugadores ganadores pero que lo hagan con buenas herramientas futbolísticas.

-En los últimos años, se consolidaron en Primera muchos chicos formados en el club. No son pocos los que se preguntan si hay posibilidades de que sigan surgiendo camadas así. ¿Qué respuesta les podés dar?

-Creo que Racing está construyendo una camada muy importante. Hay algunos chicos de la categoría 95 que están muy bien pero, en especial, hay jugadores de la 96 y de la 97 que van a llamar la atención en la cancha. Buena técnica, buen pie y capacidad para llegar al gol. Me parece que el club está muy bien en muchos puestos y que se tendría que quedar tranquilo. ¿Si esto asegura que mañana van a jugar y a hacer un millón de goles? No, esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa. Pero tienen un gran futuro y, si los acompañás con una estructura sólida, con tipos que tengan un buen mensaje, seguramente van a dar que hablar. 

-¿Y respecto al futuro inmediato, a lo que viene después del Mundial? ¿Qué lugar habría que darles a los chicos del club en Primera? 

-Ojalá que el entrenador de Primera que venga los pueda apoyar y que, si traen jugadores de afuera, cosa que suele pasar, puedan ser útiles para el desarrollo de los chicos. Racing tiene, a mi entender, un patrimonio muy grande en Inferiores y espero que lo pueda utilizar.