La primera marca, de enorme peso simbólico y real, fue de 80.000. En poco tiempo, en 2022, ese número se incrementó en 3.000. Y, menos de un años después, 83.000 se convirtió en una cifra superior a 90.000. Sí, ya en la frontera de 100.000…
Racing no para de crecer en la cantidad de socios/as activos/as, un camino de continuidad que tiene su punto de origen en 2013, cuando esa marca representaba menos del 50% de la actual (44.000).

¿Qué explica la notable evolución? ¿Son las razones más visibles, entre ellas el compromiso de sus hinchas con el club de una manera directa, la respuesta a una gestión exitosa en el aspecto deportivo y eficiente y próspera en el plano económico-financiero? Es eso y mucho más…

Porque la captación de socios/as con el objetivo de incrementar significativamente la masa ha sido un objetivo permanente, jamás circunstancial, apoyado en un plan con metas, revisiones y ajustes, siempre rumbo a la concreción de ese objetivo estratégico. Entonces, al primer paso de la captación en sí misma, con beneficios tangibles de diversa índole (por caso, el de asegurar un lugar en el Cilindro o el de descuentos relevantes para compra de productos oficiales en Locademia), le siguió el de la retención, puesto a prueba -y superada con nota desatacada- entre 2020 y 2021, en la pandemia de coronavirus. Para consolidar lo conseguido, el tercer pilar consistió en la fidelización: una construcción permanente, cotidiana, que apunta a que el socio y socia sepan que puede contar con Racing como presencia constante para atender sus demandas con un servicio inmediato y eficaz.