Efemérides

La novena maravilla

Viernes 25 de Octubre de 2019
Una jornada como hoy pero de hace 94 años atrás, Racing volvía a dejar en claro porque ya era todo un grande dentro de nuestro fútbol. El 25 de octubre de 1925, el equipo ganó el torneo de manera invicta y sumó su noveno certamen doméstico a su cosecha de títulos. Con 15 triunfos y nueve empates en su haber, la Academia se consagró como el mejor e indiscutido campeón.
La novena maravilla
La seguidilla había comenzado en 1913 y se había extendido en 1914, en 1915, en 1916, en 1917, en 1918, en 1919 y en 1921. Y se volvería a repetir en 1925. Racing se había acostumbrado a ganar y a ganar. El mejor cuadro de las primeras décadas del siglo, no se cansó de obtener triunfos y campeonatos durante esos años en los que, con absoluta justicia, recibió el apodo de Academia. El ciclo glorioso se cerró el 25 de octubre, cuando el conjunto de celeste y blanco empató como visitante 1 a 1 con Excursionistas -gol de Ramón Rey- y logró un nuevo laurel -el noveno a nivel local, el quinto de forma invicta- para su joven historia.  

Racing jugó 24 partidos, de los cuales ganó 15 y empató 9. Convirtió 40 goles y le hicieron nada más que 10. Sumó un total de 39 puntos que lo ubicaron 3 unidades por encima de San Lorenzo y 7 por delante de Sportivo Almagro y de Platense. Hubo, por supuesto, triunfos resonantes: un 3 a 1 a River en Avellaneda, un 7 a 0 a Tigre con cuatro tantos de Carlos Mujica y un 5 a 0 a Quilmes poco antes de la consagración. Con defensas que eran cada vez más sólidas, la capacidad ofensiva académica fue, probablemente, la muestra más clara de la jerarquía adentro de la cancha. Luis Batz terminó como el máximo artillero con 9 goles y Pedro Ochoa lo siguió con 8.

Fenomenales futbolistas integraron ese plantel: Marcos Croce, Roberto Castagnola, Félix Bussolini, Raúl Seregni, Américo Vicente Masetti, Adolfo Zumelzú, Juan Arbarellos, Natalio Perinetti, Ochoa, Batz, Marcelino Martínez, Rey, Héctor Trentino, Alfieri Tassara, Mujica, Julián Carreras, José Pereyra, Héctor Meaca, Rafael Santiso, Juan Zanetti, Juan Beltrán Pérez, Agustín Castelli, Eduardo Spraggón y Camilo Palasi. A esta lista se pueden agregar también a tres promesas que disputaron algunos amistosos: Ceferino Passini, Antonio Virgilio y Alberto Bardoza. Ochoa fue el único que estuvo presente en todos los duelos. Seregni, Masetti y Rey faltaron una sola vez cada uno. 

Aunque en 1925 no se consiguió ningún otro título, lo cierto es que el club seguía creciendo en todos los aspectos: la masa societaria superó las 2.500 personas y Racing se destacaba en otras disciplinas -pelota a paleta, tenis, básquet, atletismo y gimnasia- que ponían de manifiesto la grandeza deportiva general. Hoy, 94 después de aquella proeza futbolística, la institución vuelve a recordar otra de las gloriosas páginas que forman parte de su rica historia.