Efemérides

Rastelli, esa garantía en la mitad de la cancha

Martes 02 de Junio de 2020
El Colorado se ganó un lugar en la historia académica a puro sacrificio, juego y títulos. Llegó a Racing a finales de la década del 40 y terminó por transformarse en uno de los nombres inamovibles del equipo que se consagró como tricampeón entre 1949 y 1951. Una vez más la institución lo recuerda del modo en que se lo merece.
Rastelli, esa garantía en la mitad de la cancha
Nunca está de más el recordar el siguiente detalle que no es para nada menor: Racing Club cuenta en su haber con 117 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Para que tanto fenómeno pudiera jugar, alguien tenía que meter y que meter; para que el quinteto de arriba pudiera sacar a relucir cataratas de talento, alguien debía poner la pierna fuerte y quitar a lo loco. Ese alguien era, sin lugar a dudas, Alberto Inocencio Rastelli. Nacido el 30 de junio de 1925 en la localidad bonaerense de Martínez, este notable mediocampista central comenzó su carrera en Boca. Sin lugar en el Xeneize, se mudó temporalmente a Gimnasia de La Plata hasta que Racing puso los ojos en su sacrificio y en su inteligencia. Corría 1949 y el Colorado era la pieza que faltaba para terminar de armar un gran conjunto.

Ni bien llegó al club, Guillermo Stábile, el entrenador de ese equipo, lo paró en el círculo central. Protegido en los costados por Juan Carlos Giménez y por Ernesto Gutiérrez, se consolidó como titular y formó parte de la alineación que se coronó de manera consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951, para no sólo quebrar con la racha de 24 años sin títulos locales, sino para lograr un tricampeonato memorable para la historia del club. De esta manera permaneció en la institución hasta 1955, cuando debió dejar la actividad futbolística a causa de las lesiones que ya lo aquejaban de manera casi permanente. En total, disputó 89 encuentros oficiales y convirtió dos goles. Ya fuera de las canchas, fue técnico de varios clubes del ascenso.

A puro despliegue, Rastelli se ganó enseguida el respeto de los que jugaban con él. Eso sí, antes de calzarse la casaca celeste y blanca, tuvo cierto temor por su pasado en el Lobo. "Tenía miedo de que mis nuevos compañeros me recriminaran las patadas que les había pegado. No quería ir a la concentración, pero me recibieron con mucho afecto", declaró alguna vez al recordar esos tiempos inolvidables. No solamente nadie le reprochó nada sino que lo invitaron a desplegarse por el césped con el mismo esmero con el que lo hacía en La Plata.

Hoy se cumplen 16 años de su fallecimiento y Racing, como debe ser, lo rememora una vez más a puro cariño y con todo el afectuoso respeto que se han ganado aquellos que son ídolos de su historia.