A éstas alturas ya es toda una obviedad el mencionarlo, pero no por eso hay que dejar de hacerlo. Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocer la historia para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Saúl Fortunato Ongaro nació el 24 de agosto de 1916 en La Plata y se transformó de chico en un gran half central. Debutó en la Primera de Estudiantes de La Plata en 1937 y se quedó allí hasta 1946. En el medio, en 1939, jugó en Argentino de Quilmes. Racing compró su pase en 1947 y lo mantuvo en el plantel que consiguió el título en 1949 y en 1950. Continuó su carrera en la Universidad de Chile y no alcanzó a formar parte del equipo que fue tricampeón en 1951. 

Cuentan los que lo vieron en la cancha que era fuerte, que cabeceaba bien y que tenía una gran personalidad para superar las adversidades. Sus rendimientos lo llevaron a integrar la Selección que ganó el Campeonato Sudamericano disputado en Buenos Aires en 1946. En el fútbol de nuestro país superó los 250 partidos oficiales y marcó más de una docena de goles.

Una vez retirado, siguió ligado al fútbol como técnico. Estuvo en Racing entre 1955 y 1957 y regresó en 1961 para llevar a la Academia a una nueva conquista. Sus dirigidos siempre rescataron lo importante que fue en el armado de aquel fantástico equipo que le sacó siete puntos de ventaja al segundo y que selló el título el 12 de noviembre con el triunfo por 3 a 2 ante San Lorenzo.

A lo largo de su larga trayectoria deportiva Racing Club fue la única institución en la que alcanzó la gloria como jugador. En su faceta de director técnico también logró coronarse en la Argentina con la Academia, mientras que fuera del país se impuso en el Jorge Wilsterman de Bolivia tan sólo unos años antes de regresar a nuestro país. 

Ongaro falleció el 23 de abril de 2004 a los 87 años de edad. En un nuevo aniversario de su partida, Racing lo recuerda en esta jornada con cariño y enaltece de nuevo su memoria. Quienes ayudaron a construir nuestra gloriosa historia así lo merecen.