Dolores Maregatti, debutante en el partido de la última fecha, en la goleada 5-1 ante Villa San Carlos, representa mucho más que un registro estadístico: es la confirmación de un proyecto futbolístico que se afirma en el desarrollo de base. Ya integrada al trabajo del plantel que conduce Agustín Benchimol, Loli -defensora o volante, categoría 2002, capitana de la Reserva en el segundo semestre de 2021- le da continuidad a una nómina que integran Laura Rivarola (arquera, 2002), Pía Fernández (defensora, 2003), Camila Ulloa (volante, 2004), Dalila Cáceres (volante, 2003) y Lourdes Martínez (delantera, 2002). Formadas en Racing, como Nazarena Viola (delantera, 2005) y Serena Rodríguez (volante, 2005), dos de las sparrings que suelen compartir entrenamientos con el equipo superior, un 30% de la nómina bajo gestión de Benchimol tiene el sello del Predio Tita. Ese porcentaje supone el piso que se pretende mantener. Martina García (delantera, 2003) también agrega su nombre, ya que llegó en 2020 procedente de El Porvenir, donde acumuló experiencia en Primera, para completar su desarrollo en Juveniles. Martu, precisamente, fue una de las canteranas que firmaron contrato profesional en enero de este año, como Ulloa, Martínez y Cáceres.

"El debut en Racing me hizo muy feliz y tiene un gran signifcado. Estoy en club desde muy chica y aprendí valores que van más allá de lo estrictamente futbolístico. Se mezcló todo: la ansiedad, los nervios, la alegría... Estoy muy orgullosa de haber podido llegar a Primera en Racing", le dijo Maregatti a la web oficial. Sus sensaciones se refuerzan con el análisis de Benchimol acerca del significado del trabajo en el semillero. El DT señaló: "La formación de juveniles tiene dos aspectos: la formación en sí misma y la promoción de jugadoras a Primera. Respecto del primer aspecto, cuanto más temprano empiecen a formarse las jugadoras, mejor van a llegar a las categorías superiores. Con una estructura organizada en el desarrollo de Inferiores como tiene Racing, las jugadoras llegan con más herramientas para desenvolverse en una cancha. Después hay que adaptarlo a cada edad y categoría. A diferencia de lo que pasaba hace años, cuando las jugadoras llegaban con 14 ó 15 años para incorporarse a un club y en poco tiempo ya estaban en Primera, la planificación permite que una futbolista se pueda desarollar mejor desde una edad temprana. Por otro lado, la promoción a Primera crea sentido de identificación con el club y a la vez evitar tener que dirigir recursos a la búsqueda externa para formar un plantel y competir. Sin dudas, conviene dedicarle tiempo y esfuerzo porque el beneficio es tangible".

El plan, iniciado en la etapa de Antonio Spinelli como entrenador y que tuvo como resultado notorio el título Sub 16 en 2019, en el marco de la Fase Nacional del Torneo Evolución Conmebol -hasta el momento, es el único campeonato oficial del fútbol femenino en la historia del club-, se mantendrá porque "entendemos que es lo mejor para la institución. Apuntamos a desarrollar las categorías de base y ampliarlas cada vez más; eso nos permitirá tener una plataforma firme y extendida para que la Primera se vaya nutriendo de ellas", tal como definió Daniel García, miembro de Comisión Directiva a cargo del área.