Historia

La trabajadora ejemplar

Viernes 01 de Mayo de 2020
En el Día del Trabajador, nada mejor que recordar a Tita Mattiussi, cuya vida estuvo consagrada al club, en un perfil escrito por el periodista Leandro Laface.
La trabajadora ejemplar
Trabajaba en el club. Única. Diferente. Amada por todos. Cuando las camisetas tocaban sus manos dejaban de ser telas, pasaban a ser armaduras. ¿De quién estamos hablando? Sí, de Margarita Elena Mattiussi, quien nació el 19 de noviembre de 1919. Hija de Ida y César, quienes llegaron al club antes de su nacimiento, aprendió a caminar en los pasillos del Cilindro. Por ahí, su primera palabra fue Racing. Y no sería una locura. Creció mirando al Cilindro, con esos ojos que estaban compuestos por amor, sensibilidad y pasión. Vivió por y para la Academia.

La mujer que no muchos tuvieron la suerte de conocer, pero emociona a todos. "Te voy a contar quién es Tita Mattiussi...", se le puede escuchar a un hincha de La Academia diciéndole a otro de otra institución. Y ahí están las lágrimas al hablar sobre una mujer a la que nunca saludó, pero que la siente en el fondo del pecho.

"Me trajo Racing a los 15 años de mi Bahía Blanca natal. Cuando llegué a Buenos Aires, el susto que tenía... Me instalé en la casa de Tita. Eso es inolvidable, muchachos. En Racing me crié, me educaron y me dieron de morfar. Era muy pibe y eso no lo olvido más", palabras del gran Coco Basile. Uno de los tantos trabajos que Tita tuvo en Racing era el de ser cocinera. Y lo hacía como nadie. Rubén Paz la conoció. Tomaba mates con ella, armaban unas picadas espectaculares. Y nadie mejor que él para describirla: "El mundo de ella siempre fue Racing. No sabías si estaba sola o acompañada, porque ella sólo estaba en el mundo Racing. Había momentos que tratábamos de buscar que la soledad no la lastimara tanto, porque cuando a Racing le iba mal, ella sufría igual o más que nosotros, los jugadores". Sí, una de nosotros.

Siempre el hincha dice "cómo me gustaría trabajar en el club, viviría ahí, daría todo por estos colores". Y ahí vuelve a aparecer ella, la que cumplió el sueño de muchos, la que entendió un anhelo que cuando golpea la puerta de la realidad comienza a cambiar. En ella no cambió nunca. Nunca... Fue partícipe de la Copa Intercontinental de 1967, de la Supercopa de 1988 y de muchas otras conquistas más. Era cábala. Si te daba un beso antes de ir a jugar, si te deseaba suerte, ¿cómo no ibas a dejarlo todo? Ella no lo sabía, pero también trabajaba como motivadora. Pero no lo hacía desde las palabras, lo hacía desde el corazón.

Cuando todo estaba bien, ella decía presente. Cuando todo estaba mal, era la primera en buscar esperanza. Seguramente, la máxima ídola de la historia de Racing. No convirtió ningún gol, es verdad. Tampoco realizó contrataciones, también es verdad. Pero su trabajo fue el más importante, fue la que mantuvo a Racing a pie, la que nunca le permitió caer, la que le enseñó lo que no sabía, la que le recordó lo que había olvidado.
"Toda mi vida la pasé en Racing, pasé muchas alegrías, muchas tristezas pero yo recuerdo lo bueno. Toda mi vida es Racing”, Porque así era ella, porque así vivió.

En el Día del Trabajador, abrazamos a nuestra amada Tita Mattiussi.

Leandro Laface (Periodista deportivo)