No funcionan como atenuantes sino como una certeza: los cambios masivos, sobre todo por lesiones, hicieron que el once lejos estuviera de ser una formación habituada al rodaje colectivo. Y eso repercute en la fluidez de los movimientos. Sin perjuicio de ese detalle relevante, Racing ratificó su proyecto de desarrollo e inclusión de los chicos formados en el Predio Tita. Con el debut de Tobías Rubio en el lateral derecho (el 109° en hacerlo desde Pitágoras y Spurr) y cinco compañeros más de esa procedencia en el elenco de inicio más nocho de los diez relevos, Racing no le quitó el cuerpo al compromiso: asumió el estilo que ya se le reconoce, pese a todas las circunstancias señaladas.

Central, completo y en la pelea de los primeros puestos, quiso progresar con la pegada de Malcorra hacia Campaz y Véliz como referencia de ataque. Fueron Nardoni -especialmente- Oroz y Gómez los que se conectaron para que Racing tuviera presencia ofensiva y llegara al 1-0 luego del penal que Piovi convirtió por una falta de Alan Rodríguez a Nardoni (estupenda maniobra individual). Central llegó al 1-1 con los conocidos: zurdazo de Malcorra en tiro libre, rebote en un palo y definición en el área chica de Véliz.

En el segundo tiempo Racing no cedió en su ambición, atacó ante un rival que eligió proteger su zona y salir de contra y dispuso de ocasiones a través de Hauche, Moralez, Baltasar Rodríguez y Pérez (remate al palo izquierdo). Los rosarinos recién se acercaron con continuidad en el extenso descuento, con un cabezazo de Ortiz en el travesaño y otro de Bianchi tapado por Arias.

Con un invicto de nueve partidos, Racing gana en confianza y crece en firmeza. Y pone el pecho pese a todo.

Foto: Paola Lara.