Fue un suceso para la emoción. Porque los integrantes del equipo que representó a Racing en la Copa Morazán vivieron una tarde a pura sensibilidad: visitaron el Cilindro, lo recorrieron, salieron al campo, recibieron la visita de Iván Pillud y, como si eso no alcanzara, se llevaron las medallas por la participación en ese certamen, que agrupa a representantes de comunidades de países de América Central (estuvieron de Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador) y fue realizado con apoyo del Departamento de Relaciones Internacionales del club y el de Racing Solidario.

El conjunto que jugó en nombre de Racing se formó con integrantes de la ONG Hogar de Cristo, que trabaja en la recuperación de adicciones y en la reinserción e inclusión social de personas que recuperan su libertad tras una reclusión penal. Las medallas excedieron el desempeño deportivo, porque los miembros del equipo no sólo fueron seleccionados por sus valores y actitudes positivas, sino que, al cabo de la Copa, fueron distinguidos por el Fair Play.

El reconocimiento se entregó las mismas en la sala de conferencia por Bárbara Blanco y Horacio Micelli, miembros de Comisión Directiva, responsables de Racing Solidario, del Departamento de Relaciones Internacionales, de Vitalicios y, también, del Paso a Paso (otra de las organizaciones presentes en la Copa). Luego llegó la visita de Iván Pillud, la visita guiada por el estadio y el cierre con una choripaneada.