Básquet

¡Síganme los buenos!

Sábado 02 de Marzo de 2024
Andrés Nocioni visitó al plantel que este sábado jugará ante Pico FC, por la Liga Argentina. El Chapu, medalla de oro y bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008, y subcampeón del mundo en 2002, recordó su primera experiencia en la Liga Nacional junto a Racing.
¡Síganme los buenos!
Pasaron casi tres décadas de aquella noche de octubre de 1995, cuando de la mano del enorme León Najnudel, un adolescente de 15 años sumaba su primera expertiencia en la Liga Nacional, la máxima categoría del básquet argentino. Todo lo que insinuaba aquel pibe, en esa presentación ante Olimpia de Venado Tuerto -y lo que ya detectaba la sabiduría del DT, responsable de la creación de la Liga- se fue dando paso a paso. Porque Andrés Nocioni, uno de los máximos referentes en la historia nacional de este deporte, fue creciendo hasta hacerse indispensable en aquella Generación Dorada.

Campeón olímpico en Atenas 2004, medallista de bronce en Beijing 2008, subcampeón del mundo en 2002 y semifinalista en 2006. Estrella en Europa y con marca en la NBA... El Chapu hizo todo eso y mucho más. Racing lo tiene entre sus afectos predilectos y el amor es mutuo. Nocioni estuvo en la inauguración de la tribuna que lleva su nombre, en el Centro Deportivo, hace seis años. Y el ida y vuelta se mantuvo...

En la víspera del partido que esta noche Racing jugará ante Pico FC, en La Pampa, el Chapu visitó al plantel que entró en la parte final de la fase regular de la Liga Argentina con chance de clasificarse directamente a los playoff. Recibido por Fernando Rosanova, el entrenador, el plantel y el resto del cuerpo técnico, Nocioni agradeció la hospitalidad, la camiseta como obsequio y todo el cariño. "Siempre es muy lindo que a uno lo recuerden de la mejor manera. Cuando llegué a Racing fue mi primera experiencia en el básquet grande, todo un descubrimiento. Ese chico creció, pero nunca se olvidó de aquellos días junto al equipo y al enorme León Najnudel", dijo Nocioni.

En Racing tampoco olvidamos que llevaste nuestros colores, Chapu...