El desahogo valió la pena. Tanta espera tuvo sentido. Batallar una y mil veces no resultó inútil. Justo cuando más falta hacía, justo después de la caída en el clásico, Racing mostró la mejor versión de su amor propio y ganó por primera vez en lo que va de la temporada. En el Centro Deportivo, en la noche del jueves, la Academia venció a Estrella de Boedo por 4 a 1 y alcanzó así los cinco puntos. El fondo de la tabla quedó así, al menos por un rato, detrás.

Con todo salió el conjunto de Sebastián Pachecho en busca de la victoria. De entrada, estuvieron Fernando Rosolino, Gastón Farina, Lucas Coca, Martín Coca y Leandro Rigo. Luego, ingresaron Alan Miño, Carlos Cancela, Rodolfo Pais y Agustín Ripoll. Cuando promediaba la primera etapa, Pais aprovechó un buen contragolpe con espacios para destrabar el cero y sembrar la ilusión. Un descuido defensivo le permitió a la visita empatar pero, a poco del descanso, Ripoll apareció para poner a los suyos en ventaja otra vez.

Como era de esperar, Estrella de Boedo arriesgó para torcer la situación. Con orden y con paciencia, Racing se agazapó y aguardó por su chance. Una jugada veloz y eficaz le permitió a Ripoll anotar el segundo en su cuenta personal y llevar algo de calma a Avellaneda. César González, el técnico de la visita, apeló al arquero-jugador para arribar al descuento. Con algo de fortuna y con mucho de sacrificio, la Academia resistió la embestida y, a través de Cancela, liquidó el pleito en el rebote de un disparo de sexta falta.

Con la tranquilidad de haber festejado, lo próximo será recibir a Hebraica en el encuentro postergado de la séptima fecha del campeonato.

Fotos: Paola Lara.