No fue un año sencillo. Porque las expectativas de buena figuración en las competencias locales no se verificaron en la realidad y Racing llegó a fin de temporada con la obligación de ganarle a San Telmo para conservar su lugar en la máxima categoría de AFA. Lo logró con amplitud y, así, reafirmó la convicción de que en 2024 será mejor.

Racing no pudo superar la fase de grupos en la Liga Nacional, donde era campeón vigente, fue 5° en el Apertura (competencia de Primera de AFA en el primer semestre), con 13 puntos (tres victorias en tiempo regular, dos victorias en tiempo extra y cuatro derrotas) y 6° en el Clausura, con 9 unidades (tres triunfos en tiempo regular y seis caídas). Como el sistema de competencia contemplaba un triangular por la permanencia en Primera para los últimos de la tabla anual, Racing debió jugar ese certamen con Huracán y Atlético Zelaya. El equipo con menor cantidad puntos de ese triangular debía jugar una promoción con el ganador del reducido de Segundo, que fue San Telmo.

En ese mano a mano, Racing -el DT Sebastián Muape había renunciado al cabo del triangular, por lo que Nicolás Gómez asumió en su reemplazo para ese cotejo- se impuso 8-5 en tiempo regular, con cuatro goles de Piter Rodríguez y los restantes de Emiliano Holmedilla, Sebastián Giménez, Juan Pablo González y Martín Etcheverry.

Más allá de ese corolario, que no reflejó el potencial del plantel, un hecho certificó la calidad: en las dos competencias del año que asumió la Selección (Copa América, donde logró el 2° lugar y la clasificación al Mundial 2024, y Juegos Sudamericanos de Playa), el equipo nacional tuvo representantes de Racing: Mariano Mansilla (arquero), Axel Rutterschmidt y Emiliano Holmedilla.