Belén Spenig saltó más alto que ninguna, cabeceó a pura potencia, la pelota dio en el travesaño y el grito de gol hizo explotar el Cilindro. Fue el primero de los dos tantos con los que Racing, en el primer partido oficial de la historia del fútbol femenino en el Estadio Presidente Perón, venció a Villa San Carlos por 2 a 1. El encuentro, correspondiente a la decimoquinta fecha del torneo de Primera División, marcó un antes y un después en la vida del club: casi 4.000 personas se acercaron para alentar sin parar y ratificar así que el derecho a jugar no entiende de fronteras.

Antonio Spinelli mantuvo el esquema pero varió nombres en relación al empate con Gimnasia: Débora Erra, Luciana Bacci, Celeste Barbitta, Eugenia Nardone, Estefanía Piazza, Florencia Curril, Natalie Juncos, Rocío Díaz, Micaela Adorno, Milagros Menéndez y Belén Spenig fueron las titulares. En el banco, quedaron Jazmín Di Lonardo, Camila Ulloa, Milagros Menna, Victoria Bedini, Dalila Cáceres, Johanna Galliotti y Fiamma Romero. 

El primero llegó relativamente pronto y sirvió para desarticular el mar de tensiones que lógicamente rodeaban a las dueñas de casa. Con el control del balón y del campo, Racing manejó a su antojo el desarrollo pero careció de precisión en los metros finales y por eso demoró en aumentar la cuenta. El segundo, antes del descanso, tuvo como protagonista a Adorno, que de penal estiró la ventaja.

Sin contundencia para golear, el panorama se complicó cuando una maniobra desafortunada le permitió a la visita descontar. Ingresaron Ulloa, Galliotti y Cáceres desde el banco pero la incertidumbre se mantuvo hasta el cierre. Los aplausos finales, con ovaciones y canciones incluidas, certificaron que las jugadoras ya se ganaron un lugar en el corazón de la gente. 

Crédito fotográfico: Paola Lara y Juan Carlos Baldovino