Sub 19

No se reservan nada

Viernes 12 de Junio de 2020
El segundo equipo femenino lleva adelante un completo sistema de entrenamiento para no descuidar la condición física ni la técnica, como el mejor modo de encarar la actividad durante esta cuarentena. La mezcla de los trabajos individuales con los encuentros virtuales colectivos resultan ser la mejor alternativa para que las académicas no pierdan el ritmo, mientras se espera por el reinicio del deporte.
No se reservan nada
Seguir adelante en momentos de evidente adversidad es una capacidad inherente al ser humano. Está relacionada de manera directa con el trabajo, el esfuerzo, las ganas y el sentimiento de autosuperación que pueden desarrollar las personas, tanto en sí mismas como en las demás. Por lo tanto, lejos está de ser una cuestión de género. Y en Racing Club eso ha quedado claro desde que el aislamiento social, preventivo y obligatorio se impuso como una normativa general que obligó a rediagramar la vida de todos y de todas. Por eso y al igual que en muchos otros entornos sociales y deportivos tras el inicio en el país de la pandemia de coronavirus, los protocolos de trabajo debieron organizarse a una nueva realidad. Sin tiempo que perder y con las ganas de seguir creciendo desde la actividad diaria y la motivación, las mujeres de la Reserva demuestran desde hace casi tres meses que aunque las condiciones cambien a la hora de hacer las cosas, si lo que se mantiene firme es el compromiso de seguir adelante, no hay barrera que pueda detenerlas.

“Esto es para que tengan un estímulo y una guía en general. Son la base sólida en la que se va a apoyar el equipo en el futuro cercano. Por eso queremos guiarlas y acompañarlas, tanto a nivel humano como a nivel deportivo, y estamos trabajando con ellas al mismo nivel que con las profesionales. O incluso a un ritmo superior”, afirma sin vueltas Antonio Spinelli. El entrenador del primer equipo también dirigir a la Reserva y supo bien hacia donde apuntar en cuanto la situación generalizada cambió de manera drástica desde la proliferación del COVID-19 en nuestro país. Es por eso que se decidió en este caso algo similar a lo que Sebastián Beccacece definió para el plantel masculino: un seguimiento personalizado y grupal de manera pormenorizada por parte de un entorno multidisciplinario de trabajo que acompaña en todo momento al grupo, más allá de las distancias sociales que de manera obligatoria se imponen en este momento.

Las jóvenes académicas se encontraron ante la misma situación que sus pares de la Primera División: la imposibilidad de reunirse para entrenar en el Predio Tita Mattiussi. Pero ante este marco de situación en principio adverso para el normal desarrollo de los entrenamientos, las jugadoras contaron rápidamente con la acción conjunta por parte del grupo de trabajo que las acompaña. La premisa era una sola: seguir adelante del modo en que a cada una le fuera posible. De ese modo a finales del mes de marzo comenzó un plan conjunto de actividad permanente y seguimiento para las futbolistas, separado en distintas aristas y siempre con el contacto virtual como principal aliado para quebrar la barrera del distanciamiento social. Junto al DT se desarrollan conceptos tácticos que se observan en partidos y, además de charlar de fútbol. Junto  se hace un seguimiento personal a cada una para saber cómo están a nivel humano; con Estefanía Piazza, una de las referentes del primer equipo y PF de este plantel, se encara la complementación física con rutinas semanales personalizadas y con encuentros colectivos por intermedio de la aplicación Zoom para que el grupo también entrene unido; con la nutricionista del grupo se dialoga sobre la alimentación en este periodo de aislamiento y además, hay charlas con el psicólogo deportivo que trabaja con el grupo.

“La modalidad está buena y me parece súper positiva para el grupo. Genera de nuevo el hecho de que haya un compromiso de todas para mantenerse entrenadas, más allá de que hoy por hoy no haya torneo, pero en especial vuelve a imponer un espacio para encontrarnos, aunque por ahora sea de manera virtual”, expresa Piazza sobre la metodología de trabajo que se busca desde un principio que puedan llevar a cabo las 24 jugadoras que conforman la Reserva de La Academia. Y aunque está claro que algunas vicisitudes propias del nuevo soporte que debe utilizarse para entrenar (la falla en el sistema de internet o en las aplicaciones de videoconferencia) o la merma en las ganas de la disposición al trabajo a veces pueden atentar contra el desenvolvimiento de la actividad, todo eso se contempla por parte del equipo técnico a medida que pasan los días y se suceden las circunstancias. “Siempre estuvo abierta la chance de un seguimiento grupal por Zoom e individual por WhatsApp para charlas sobre otras cuestiones más individuales o privadas. No nos olvidemos de que esta situación de cuarentena también despierta una alta carga emocional por la incertidumbre de no saber cuándo se va a volver a la competencia y eso a veces genera desmotivación a la hora de entrenar”, admite Pepi con respecto al nuevo marco en el que se  desarrollan los entrenamientos. Todo resulta un nuevo desafío.

Las chicas entienden de sacrificio y dedicación. Siguen adelante más allá de este panorama y mantienen bien alta la consigna de estar preparadas para enfrentar lo que se vendrá una vez que esto termine. Pero mientras la cuarentena aún se desarrolla siguen adelante con sus vidas cotidianas y en muchos casos, entregan un extra para poder estar a la altura de lo que Racing representa y también de lo que sus vidas requieren en una situación tan particular como la que se atraviesa. Dolores Maregatti, por ejemplo, suele entrenarse en doble turno junto con su propio grupo y también junto al PF Daniel Paletta y a las mujeres del plantel de Primera de futsal. Las cordobesas Guadalupe Lazos y Melina Poliakof decidieron apostar a un plus e incorporaron elementos de trabajo para mantenerse en movimiento y acompañar así de manera dinámica las rutinas diarias. El esfuerzo se hace carne en cada una para no permitirse bajar los brazos y demostrar que es posible sobreponerse a momentos cargados de adversidad como el actual. Y el ejemplo de Azul Oszczyk es más que gráfico a la hora de referirse al compromiso. La joven se repuso a una dura lesión ligamentaria y tras varios meses de recuperación pudo participar del torneo junto a sus compañeras, antes de que el fútbol se detuviera. Pero como sus intereses se expanden más allá de la pelota, también busca capacitarse y es una de las becadas del grupo de futbolistas que estudia inglés en el Centro Universitario de Idiomas. 

Magaretti, Lazos, Poliakof, Oszczyk, Aldana Avaca, Daniela Arce, Belén Cabrera, Dalila Cáceres, Melina Delgado, Pía Fernández, Luciana Fleitas, Camila Gauna, Rocío Gómez, Candela Ibaña, Lourdes Martínez, Milagros Meza, Carla Miño, Ornella Pelizardi, Laura Rivarola, Eliana Rodríguez, Serena Rodríguez, Fiamma Romero, Camila Ulloa y Yamila Zapata representan las ganas de seguir adelante y de no bajar los brazos, aún cuando resulta complicado el no pensar en hacerlo. Ellas forman la Reserva de Racing. Ellas también son las mujeres de Racing. Y van hacia adelante.

*La imagen ilustra un entrenamiento previo a la cuarentena.