Parece otra, pero es la misma de siempre. Goza de un buen presente, pero apunta cada vez más alto. La sede académica de la calle Nogoyá no escapa del gran presente que atraviesa la institución a todo nivel. Es por eso que no resultó un hecho raro ni inédito que la Comisión Directiva del club cambiara su habitual lugar de reunión, que suele ser el segundo piso de la casa central situada en Avellaneda, por el bastión académico de la Capital Federal.    

Con el presidente Víctor Blanco a la cabeza y el resto de los dirigentes detrás, la filial capitalina se transformó en el epicentro de las habituales reuniones en las que los encargados de conducir al club debaten los temas trascendentes de la semana y además, se encargan de tomar decisiones operativas para favorecer el normal desenvolvimiento de la vida institucional de Racing. Además, los dirigentes aprovecharon la ocasión para recorrer las instalaciones del lugar y dialogar tanto con los socios como con los deportistas presentes, sobre el acontecer de lo que sucede en el lugar.  

Pero además de lo estrictamente formal que rodeó a la visita de las autoridades racinguistas, también hubo lugar en la jornada para el reconocimiento y la emoción. Es que por intermedio del presidente Blanco el club le entregó una placa de reconocimiento a Norberto Perone, el gerente de la sede de Villa del Parque, debido al trabajo realizado en el establecimiento bajo su dirección y al gran crecimiento que ha experimentado el lugar en los últimos años.

"En reconocimiento a su labor en la reconstrucción y reintegración de la sede de Villa del Parque al socio y a la familia racinguista", dice la leyenda estampada en la plaqueta que representa un orgullo personal para el conductor de la casa académica, tal y como la Sede Capital hoy es motivo de orgullo para el pueblo racinguista.