Pedro Ochoa

Ochoíta, malabarista, artesano, un virtuoso de la gambeta, como describieron los medios de la época.

Su historia

Si hasta Carlos Gardel le dedicó su tango Patadura, algo que inmortalizó a este delantero habilidoso. “Ser como Ochoíta, el crack de la afición..." y "Hacer como Ochoíta, de media cancha un gol", cantó el Zorzal criollo.



Nacido el 22 de febrero de 1900, su edad le dio justo para prenderse del prestigio que Racing tuvo en esos años. A los 16 apareció en primera división y, aunque al principio le costó afianzarse, sus notables condiciones despertaron la admiración de una hinchada que para ese entonces se había transformado en exigente, tras la catarata de títulos obtenida por el club. Como titular, obtuvo tres títulos en el amateurismo, los de 1919, 1921 y 1925. No fue goleador nato, estaba para fabricar fútbol, para ser el eje del equipo, para desequilibrar. Lo mismo hizo en la selección argentina, donde también se adueñó de la camiseta número ocho (justo él, Ochoa). Con la albiceleste nacional fue campeón de América en 1927.



Como le sucede a muchos de los grandes ídolos, falleció joven, a los 47 años, en Tandil. Así como muchas figuras que se fueron a corta edad, los hinchas de la época lo recuerdan como una gloria grande, un fiel reflejo del estilo de juego de Racing, el de la “nuestra”, el juego criollo atrevido, encarador, el “rey de la gambeta”.

Títulos obtenidos

  • 3 Campeonatos (1919, 1921, 1925)
  • Campeón de América con Argentina en (1927)